
Hay películas cuyo éxito no se da en las salas de cine ni en las ventas en DVD, sino en el boca a boca, que logran cultivar y cautivar a una serie de fanáticos incondicionales, pero a largo plazo. Este es el caso de Enredos de oficina, una película inspirada en un comic de Mike Judge (creador de Beavis and Butthead y Los Reyes de la Colina) que también dirigió.
La historia nos cuenta la vida de tres personajes: Peter, Michael Bolton (uno de los grandes

Uno de ellos, Milton, ha desarrollado un programa con el que, de a poco, unos pocos dólares se van acreditando en su cuenta bancaria, por lo que piensa que tiene la vida asegurada.
Peter, el protagonista, es un tipo deprimido por su trabajo y con una relación problemática con su novia, que lo deja por teléfono porque confiesa haberlo engañado con otro hombre. El momento de la llamada es una de las partes más épicas de la película.

Él piensa renunciar al trabajo, perocambia de opinión a último minuto quién sabe por qué. Pero el destino lo cruzará con Joanna, una camarera que sufre los mismos problemas de trabajo que él y con quién podría comenzar una relación.
Todo lo demás en el argumento, además de llevar una historia adelante, es una sucesión de lugares comunes que cualquiera puede sufrir cualquier día: las charlas estúpidas de managment, los jefes autoritarios, las cosas que no funcionan, la procrastinación furiosa... todo lo que vemos día a día en cualquier empresa.
Ese es el chiste más grande de Enredos de oficina: estár disponible para cualquiera que alguna vez haya sido empleado de algo, no importa de qué, y sobre todo, para aquellos que tuvieron "leader managers" cuyas charlas motivacionales los dejaron más cerca del suicidio que del éxito. Por todo esto y más es que todos deben ver esta película que quedó en la historia como esa obra basada en todos los trabajadores de oficina.