martes, 13 de diciembre de 2011

Antihéroes de los videojuegos

Últimamente, el lugar del héroe cambió. Cuando uno juega, ya no elige al noble y puro caballero que busca erradicar la injusticia del mundo, no. Nuestros nuevos personajes favoritos son caóticos, tienen problemas y en muchas ocasiones no buscan el bien mayor, sino su propio beneficio. Estos son algunos de estos nuevos antihéroes que se ganaron un lugar dentro de la cultura popular y, sobre todo, nuestro fanatismo.

Max Payne

Dentro de todos los que vamos a nombrar, este puede ser el único que de verdad sea un mercenario por una causa justa. Él era un policía normal con una vida normal, hasta que su esposa y su bebé son asesinados por dos adictos a una nueva droga sintética denominada V. Ahora, él se transferirá a la DEA y se infiltrará en las redes de narcotráfico para: a) acabar con esta droga y b) encontrar a los responsables del asesinato de su familia. Que una cosa quede clara: Payne es del tipo de policía de Dirty Harry, es decir, dispara antes de preguntar, y si puede retorcer un dedo con una tenaza, lo hace. No es bueno, está devastado y, para peor, no tiene nada que perder. Esto lo convierte en un antihéroe ejemplar para la historia de los videojuegos.

Kratos

Kratos, Kratos, ¿hasta dónde te va a llevar la búsqueda del poder? En la primera entrega de este celebrado videojuego, vemos como le vende su alma a los dioses para luego ir a recuperarla y, a su vez, intentar convertirse en el Dios de la Guerra. Luego, su enfrentamiento llegará hasta lo más alto, contra el mismísimo Zeus, que lo expulsó de su trono por su extrema crueldad. En una guerra injusta, de uno contra todo el mismísimo Olimpo y Averno, Kratos no se detiene a pensar en lo que hace, sino en por qué lo hace: por ser el hombre/dios más poderoso de la tierra, y para hacer comer el polvo a los seres más fuertes del universo.

Los protagonistas de GTA

Ya sea Tommy Vercetti (Vice City), CJ Johnson (San Andreas) o cualquier personaje de cualquiera de las entregas de la saga, todos comparten algo: buscan hacerse un lugar importante dentro del mundillo del hampa. Aquí no se busca salvar el día, sino cumplir misiones para ganar el respeto de las pantillas o las mafias, mientras se intenta pasar por detrás de la policía. Y si estamos aburridos, si las misiones se nos fueron al garete, siempre está la posibilidad de salir a chocar, atropellar y enfrentarnos a la policía. Los juegos de GTA, sobre todo en los últimos tiempos, tienen posibilidades casi ilimitadas alrededor de su jugabilidad. Se puede hacer prácticamente todo, y eso es genial. Claro, no es el mejor ejemplo para los chicos, pero cuando uno tiene la cabeza asentada y SABE que salir a matar está mal, nada mejor que descargar un poco de tensión con un par de jugadas al GTA, tal y como lo hicimos, hace años, con el Carmagedoon.

La próxima semana seguiremos con esta temática y comenzaremos a comparar a estos lacras con los héroes más nobles de la historia de los videojuegos.