viernes, 16 de septiembre de 2011

La tecnología y el cine - Realidad virtual

¿Vivimos la tecnología o la tecnología nos vive a nosotros? estos son algunos ejemplos de películas que tratan este tema, poniendo a la realidad virtual como mayor herramienta de dominación o engaño.

Matrix (1999)


Tal vez sea uno de los mejores ejemplos en cuanto a la relación realidad virtual- cine que exista. En Matrix conocemos a Thomas Anderson, un tipo con una vida común y corriente y que, sin embargo, sospechaba que algo no iba bien en el mundo. Hasta que un día Morpheus, un célebre hacker se contacta con él y logran reunirse. Allí le dirá una verdad que, al principio, no sabrá como digerir: el mundo tal y como lo conocemos es un sueño creado por la Matrix, una máquina que utiliza nuestros cuerpos dormidos como si fueran baterias.

Ciudad en Tinieblas (Dark City, 1998)

Aquí conocemos a John Murdoch, y no en su mejor momento. Él aparece en una bañera de un hotel, con amnesia y acusado de ser un asesino de prostitutas. De a poco, su cabeza va devolviendo algunos recuerdos, en especial uno sobre un lugar soleado donde creció. Pero la policía y su amnesia son problemas mínimos si tenemos en cuenta el descubrimiento que hace John. La ciudad está comandada por Los Ocultos, un grupo de personas que parece tener la vida de cada uno y la realidad colectiva en la palma de sus manos.

El Hombre del Jardín (The Lawnmower Man, 1992)

Un jardinero con problemas de aprendizaje se ofrece para un experimento que intentará demostrar que, a través de la realidad virtual, una persona con discapacidad puede aprender más rápido y mejor que lo que podría hacerlo en la vida real. El problema es que este buen jardinerito absorbe en esa realidad tantos conocimientos que termina convirtiéndose en un ser peligrosísimo y con la inteligencia suficiente como para destruir a cualquiera que se le interponga.

S1m0ne (2002)


Ok, esta es una versión más leve de lo que puede ser un engaño virtual, pero no por eso menos efectivo. El productor de una película se queda sin la estrella a último minuto, y cansado de los problemas con las celebridades, decide crear una actriz digitalmente, para que sea la protagonista de todas sus películas. Pronto, Simone se convertirá en la actriz más cotizada de la industria, mientras que Viktor, el productor, debe encontrar las mil maneras de seguir cubriendo su mentira.